Luciano Camaño

Te confieso

Te confieso

Ayer te vi, en otro sueño o pesadilla, ya no se ni como definirlo. Por un lado es lindo esto de tenerte presente hasta dormido pero es imposible no sentirse dolido con el despertar y notar que estas ausente

 

No nos prometimos el cielo porque no pudimos, porque eso no correspondía;
Solo era amarnos más cada día, hacer de nuestro tiempo la inversión más bonita de vida y el besar nuestras heridas.

 

Se que ahora estas feliz, que no me necesitas y que te encuentras siendo como fuiste siempre: mujer libre, inteligente, bella e independiente. Sabes que por tu libertad te quise, aun cuando por esa misma libertad decidiste quedarte conmigo como también al determinar el irte. Tu intelecto es atrapante, causante de mi intriga y del deseo de palpar tu listeza ya que bastaba una demostración, un pequeño momento, para hacerme eco de tu virtud, que es monumento a tu belleza.

 

Si decides un día volver aquí estaré esperando, las promesas que te hice no se fueron volando y no pienses que te he dejado de querer porque te sigo amando cada nuevo día, porque de ello no depende que tu estés en mi vida sino de que seas feliz aunque sea a costa de la felicidad mía.

 

En estas breves líneas me despido, seguiré escribiendo sobre ti en el diario de los principios;
Orare por ti nuevamente, por vos y por el, que los bendiga nuestro Dios, que los proteja a los dos.


Hasta siempre.