La luna estaba allá arriba
en lo alto de la noche,
su hermana la saludaba
sobre el reflejo del lago,
las estrellas escondidas
detrás del blanco lunar
no se ven ni de pasada,
ni se pueden comparar,
nada se ve en este cielo
sino brillantez lunar.
La luna está casi llena,
su luz alumbra el lugar,
el lago tranquilo abajo
la copia en su resplandor
en un espejo perfecto
que es espléndido mirar
y el paisaje se cobija
sin ruidos y sin hablar.
Hay un silencio precioso
sin nubes y sin mostrar
ni la estrella más brillante
en la magia del lugar
con esa harina de luz
que blanquea fríamente
en el azul de la noche
todo lo que vez acá.