Una forma hundida
sobre un suelo de barro.
La forma intuye, prolonga,
se estría, y se inmiscuye
en la luz del mediodía.
Una forma desnuda,
que implora, y reanuda,
y une sus vértices
hasta alcanzar sus contornos
ideales.
Es la realidad de un instante.
Fulminado, cae a mis pies,
la apariencia mutilada de un animal.
La vieja higuera, se adentra a la selva.
Ya hemos llegado-.
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