Bajo el mismo sol de siempre
hoy te venimos a festejar,
sin importar lo que haya que cuidar,
pues el amor por ti no hay que dejar.
Muchas cosas hemos vivido juntos,
que se asemejan al clima,
lluvias torrenciales desde la cima,
y luego brillantes colores de luces y cantos.
Ver esa sonrisa tuya tan constante,
aun bajo el signo negro de la pandemia,
es tan gratificante que la vida nos premia
tan sólo al contemplar tu dulce semblante.
Cuantos sacrificios en silencio guardas,
por eso son inmensos los valores que irradias,
pues en momentos de virus y tragedias
con entereza siempre estás en guardia.
Benditas sean las madres todas,
nuestra más cara gratitud
a las que viven en esta tierra
y a las que han partido con prontitud.
Que el amor perenne de madre
a todos nosotros nos acompañe,
por una eternidad que viene,
Y por un beso que siempre extrañe.