Lydia Gil

(mal)Vivir

 

 

Me duele la voz que no calla

la que silba mientras respiraba,

la que en charca los sentidos

y ensordece los latidos; 

de vivir sin esperanza.

 

Me duele la voz que no calla,

la que gotea sin descanso

dentro del vaso de la cabeza,

la que ensordece el juicio

y exaspera a la sensatez;

de ver sin ver.

 

Me duele la voz que no calla,

la constante queja que achacaba,

las palabras sin salir de la garganta

que no escucha nadie...,

más enroncan las cuerdas vocales,

hace añicos, aprisiona y ahoga

a la persona que se le atragantan.

 

Me duele la voz que no calla.

Yo le imploro que se vaya.

Ella, ciega, sorda y muda...Calla.

Pero no calla.

Aquí sigue conmigo,

madrugada tras madrugada.

 

Me duele la voz que no calla,

que como un pico afilado;

va dejando anestesiado

toda razón de esperanza,

Que por su culpa no se duerme el alma

Hasta que no despunta el alba.

 

Lydia Gil