Vienen llenas de espinas como muestras de cicatrices, y aún así con ese amor increíble, un amor puro como las rosas de nuestros jardines; con un aroma sin igual. Ellas son tan queridas por muchos, pero valoradas por pocos.
Son ellas nuestras bellas madres. Rosa de mi jardín y rosas en muchos lugares más; son la fragancia pura del hogar, la bella presentación de la casa; ellas nos muestran lo bueno y lo malo de la vida.
Son primeramente la vida misma, sin ellas nadie seríamos, y sin ellas la palabra hogar no existiría, son la base primordial de nuestros sentidos, son la brújula marcando nuestro horizonte, son ellas en nuestro jardín, lo más bonito.
Nuestras madres, nuestra rosa dando aroma en forma de amor, dando union donde hay desunión, capaces de perder sus pétalos solo por vernos felices, capaces de perder sus raíces por nuestro vivir, son ellas, las rosas de nuestros jardínes.
HENRY RUIZ
10 DE MAYO 2020
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