efren jose A.C

memoria

Ya ha pasado tiempo, y aunque trato de cambiar,

Sigo siendo el mismo.

Fingir que la olvide, es la mentira que le digo a todos

Pero aun no logro convencerme a mí,

Recorro a diario las mismas calles por donde solíamos caminar de la mano, En busca de tus pasos,

y abrazo cada noche mi almohada, en busca de su abrazo…

 

Aunque divago por las calles cuan alma en pena,

Respiro, no he muerto, al menos no en esta vida carnal

Y mientras escucho los incesantes ruegos en mi interior que piden a grito su regreso, la espero.

La espero; como aquella dama espero a su amor en aquel muelle hasta enloquecer,

Como un ciego que duerme con la esperanza de un día poder ver…

 

En ese estado de insomnio perpetuo

Acompañado de un silencio sepulcral,

Camino en mi palacio de memoria en busca de su rostro recordar,

Y en la caneca del rincón de aquel sofá,

Yace tranquilamente lo que no vine encontrar…

Duele, sí.

Duele chocar con ese recuerdo que tanto esquivo,

Y ahí está, en la caneca;

Cuan papel arrugado, como la carta que sobra en la baraja

Ahí está el recuerdo que dice que no está con migo,

Ahí está; Como basura que no se puedo sacar…

 

Sobre mi aun revolotea aquel ángel de flecha ensangrentada

Por la sangre que en su malevolencia, Vertió al atravesar sin piedad

Mi armadura expuesta; aun sangra la herida causada por el arma

Que aprovecho una debilidad que causo su mirada llena de calma…

Y aunque sueño con un día volver a encontrarla,

Si fallase en el intento quisiera que en mi epitafio ella leyera,

Que la ame con toda el alma…