Nadie percibe los gritos mudos
que deja la desesperación,
de los pasos atados sin nudos
cuyo horizonte es una habitación.
Cada suspiro deshace el futuro
repleto de sueños que se han ido,
a donde habita el destino oscuro
de los que mueren sin haber vivido.
El encierro sólo existe en la mente
de aquellos que piensan en sí mismos,
y aunque la muerte es inminente
llega más rápido si te lanzas a los abismos.
Los muertos siguen en aumento
y no tengo idea de cómo me inspiro,
pero mientras muchos pierden el aliento
el mundo se toma un respiro.