La razón por la que escribo esta carta es porque no he podido encontrar otra forma de decir lo que siento,
tal vez sea por miedo al rechazo,
y es que no puedo estar en paz,
cada vez que te veo no sé que me pasa que tu imagen se me clava en mi mente,
y cuando cierro los ojos veo tu cara,
trato de disimular pero es que me gustas tanto que no sé cómo reaccionar,
no puedo estar tranquilo.
Cuando te hablé por primera vez no pude superar tu mira, se quedó grabada en mi cual si fuera un tatuaje,
cuando regresé a mi casa en vacaciones los atardeceres frente al mar se volvieron tristes porque no podía ver tus ojos,
ni el reflejo de la luna en el agua del mar igualaban la luz de tus ojos.
Creo que ya sé cuál es la razón de mis desvelos, de mis tristezas y de mi felicidad,
la respuesta la encontré en el brillo de tus ojos, en tu sonrisa, en tu pelo suelto y en tu mágica y tierna belleza.
Tu presencia me corta la respiración, me acelera el corazón, me quita el sueño y me cambia totalmente el día,
la luna no volverá a ser tan bella comparada contigo.
Yo sé que sólo te hable dos veces, pero a mi me gustabas desde hace más tiempo,
incluso recuerdo el primer día que te vi por primera vez, tú estabas viendo que comprar en la cafetería.
A lo mejor me falte hablar más, pero es que no sé cómo acercarme, es por por lo que escribí esta carta, para decirte lo que siento.