Vendavales en tus brazos
en tus abrazos tempestades.
Ahora pinto en las ventanas
escribo con tinta en las paredes,
parece que accedes.
Consiéntete con la cadencia
de la decadencia que vivimos
y dime si merece la pena
morir de pena
o ahorcarse de infelicidad
ahora, cortad
todas las tragedias que escapan
y las mariposas que atrapan
en tarros de cristal.
Aún así te beso
porque siento tus labios dulces,
en mi reflejo