Una estrella se ha afincado
en lo alto del firmamento,
vive en un mundo sin tiempo
sin futuro ni pasado.
Su velo quedó plasmado
para empañar mi memoria,
dejando sólo su historia
y un corazón desgarrado.
No hay amor ni fundamento
en mi hoy solitaria vida
que naufraga a cuatro vientos.
Y a pesar de su partida,
habita en mi pensamiento
... como centella encendida.
Jorge Horacio Richino
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