Llegas dada vuelta y acostada
venis de babilonia y de sumeria,
envuelta en la curvatura nupcial
des corriendo el velo elemental.
como al pasar en tu vestido de diamantes,
los malbones se despiertan centellantes,
y una brisa azul entre las hojas,
me lleva enamorado a una muerte elegante.
por cual ruta infinita
llegas hasta los arboles?
Ellos te hablan en secreto
como nunca te pudo hablar nadie.
desde la luz te precipitas a
mi vicion trasnochada,
desde que estrella dorada?
tu belleza antigua y religiosa
como la arena y anillos de nacar,
vuelves nadando entre surcos infinitos
con soles de luz entre las ramas.
viajas tributaria y sagrada
al amparo del dios de las alas
quiero volver a tocarte los labios
con el canto ritual del amauta.