En tus ojos es otoño en todas las estaciones
y tu alma es el reflejo oscuro
de un Sol casi transparente.
Tus ojos pintan la vida
con nubes rojas de acuarela
en un atardecer infinito
de colores que no entiendo.
Si tú me miras me atrapan
las ramas de tus pupilas,
como una hoguera líquida
de ónice y de topacio.
Y el matiz de mis ojos dormidos,
verde tinta hecha de sal,
no es más que el sueño perdido
de un pintor impresionista.
Si tú me miras con enigmas
los pigmentos se diluyen
entre mis pestañas
en un murmullo ciego
como un precioso misterio.
La nieve mezcla los pinceles
y se pierde entre la niebla
esta primavera derretida
en un otoño permanente.
Sueñas colores que no existen
y pintas estaciones en la luz
como un Dios que no quisiera
mirar un mundo en blanco y negro.