La verdadera catástrofe está en la mirada,
entre tanto tiempo no hay espacio
para descansar del oficio de estar vivos
y procurar que no se junten las sombras.
Me alcanzan los susurros que deja atrás
el ruido de la angustia que se acerca,
y entre tanto tiempo no hay espacio
para medir la distancia de los cuerpos.
Cuesta pensar en el presente, al saber
que no habrá un mejor mañana
donde haya tiempo suficiente, para
olvidar lo que falta por llegar.
Las promesas de nuestros sueños,
ya no son motivos suficientes
y entre tanto tiempo,
nos sobra olvido.