Tomé del sol, prestado, un poquito de calor
para enviarte, con las nubes, una estela de mi amor.
Del arco iris he tomado, un rayo de su esplendor
para iluminarte los días, con el color de su fulgor.
De la lluvia, si aparece, tomaré su canción
y te enviaré, entre sus gotas, un diluvio de pasión.
Al cielo le pediré que te muestre dónde está Dios
para que a diario lo veas y te dé su bendición.
Qué si la naturaleza me presta todo lo que le pido yo,
se lo devolveré en risas frescas ¡cuando se reproduzca nuestro amor!
Noryley Suescun
(Mérida - Venezuela)