Algunas veces la vida
es una tarde
infinita y tediosa
que se repite…
que se repite.
Alguna vez
en la tarde
llegará la inexorable visita
por Dios preparada,
entonces,
estoy seguro,
anhelaré que esa tarde
infinita y tediosa
se repita minuciosamente
con todos sus artificios y angustias,
con sus efímeros abrazos
y con sus adioses.