mi Padre era alcoholico,
y nunca lo critique por eso;
quizas estaba escrito en su destino,
y jamas lo juzgue por eso.
fue una maldita enfermedad
que se lo llevo a la tumba;
quizas nunca se quiso sanar
y eso provoco una amargura.
pero a estas alturas de mi vida,
ya no lo reprocho;
fue mi Padre, mi mano amiga,
la tristeza de mis ojos.
podran decir lo que quieran de el
pero a mi no me importa;
nunca lo dejare de querer
porque el forjo mi persona.
si escribo este poema
no es para avergonzarlo,
sino que para decirle
que a pesar de todo aun lo amo.
mi Padre dejo este mundo
hace ya mucho tiempo,
y a pesar que un vacio profundo,
para mi, aun no ha muerto.
mi Padre era un alcoholico
y esa es la triste verdad;
pero se que a pesar de todo...,
nunca lo voy a olvidar.