Has cumplido al pie de la letra
dejando en ruinas toda mi ciudad
y nosotros sobreviviremos tal vez
para a levantar lo que has destruido
pero jamás volveremos a ser los mismos
Cuando despediste a los tuyos
entre besos o lágrimas sabías
de que al dejarlos nada les faltaría
su rutina nadie rompería
y al anochecer en paz dormirían
Mientras, cual si fuese honesta labor
el suelo mío has venido a hollar
esparciendo tus bombas
a mis peligrosas escuelas
a mis amenazadores hospitales
a mis diabólicos fábricas
a mis edificios y hogares repletos
de terroristas infames, siniestros
Tú regresarás a tu patria satisfecho
De no haber cuestionado instrucciones
A tus bienes intactos
a tus efímeros gozos
a despertar en tu lecho,
junto a tu risueña pareja
a tu saludable familia
Nosotros todo lo hemos perdido
nuestros ojos no velados por funestos presagios
desconcertados y hambrientos no hallamos consuelo
ni tenemos flores para despedir nuestros muertos
Enemigo mío, no quieres meditar
eres títere de intereses perversos
solo un vil instrumento para eliminar
como plaga nuestros hombres
nuestras mujeres, ancianos y niños
no hay enemigo en mis plazas hechas añicos
no lo hay en mis chamuscadas montañas
ni en mis fétidos ríos
Los pretextos son muchos
cuando el fin es atacar
pero el llanto es el mismo
cuando del techo sólo quedan escombros
y del trabajo recuerdos
la impotencia es la misma
cuando en los brazos los seres queridos
sucumben entre dolores horribles
la desolación es la misma
al ver por doquier mutilados y heridos
ejércitos de muertos en vida
emponzoñados clamando venganza
Las excusas son muchas cuando el fin es dominar
pero el terror es el mismo
cuando los trémulos pasos avanzan inciertos
pensando que el próximo podría ser el final
tú sonríes mientras yo cuento tus víctimas
preguntándome todavía ¿por qué?
Enemigo mío mi fuerza se agota de tanto pesar,
ése Dios a quien agradeces tu vida es el mismo
a quien yo elevo mis plegarias y ruegos:
consuela a quienes sufren ésta cruel condición de enemigo
Y bendice a los hombres que trabajan por un mundo en paz