…El dios de tus sueños
puede ser ante los ojos del mendigo
un mendrugo de pan
el agua del pozo
de donde beben los canes
puede ser el elixir de niños
-aparentemente obesos-
las canciones de las casas
es música de alegría
que socaba la furia que reciben las madres
con asco y con desprecio
miramos juntos al cielo
confundiendo su límpido aire
con la paciencia del temblor
pero en las esquinas ése mismo aire diáfano
no es más que el reflejo del humo de los bosques
y dentro de pronto tendremos
una prisión inmensa
podremos dormir como los gatos
y desdeñar a los hermanos nuestros
porque no habrán luchas
que seduzcan a la paz
y hagan que retoce entre los pliegues de la vida
de lo cotidiano
porque la justicia es ésa figura mitológica
que vimos de niños en las ferias
y que por siempre se insinuará muda…