Veo que la noche va llegando,
de nuevo…
Otra vez solo en mi habitación
Recordando aquellos momentos donde me decías
“te amo”
Y yo con una sonrisa en los labios
te acariciaba el rostro
Mirándote los ojos y respirando tu agradable aroma.
Aún no paro de leer aquellas cartas,
que una y otra vez me hacían sonreír y sentir como ninguno otro,
Ahora esas cartas me hacen sollozar,
en mi eterno sufrimiento de no tenerte a mi lado.
La luna, llorando, me índica que aunque no lo demuestres,
sientes lo mismo,
estas recordando por miedo a volver a amar,
pero no te preocupes,
pues en esta vida siempre hay una razón para recordar.