Esteban Mario Couceyro

Náufragos

Quiero que todo se borre de la memoria

el espanto sin igual

de no ser amado

en tu mirada esquiva

y el dolor infinito

de verte derrotada

en tu propio rechazo.

 

Somos dos

los náufragos salvados

de esta dramática tormenta

solo basta, respirar profundo

y ver la mañana amanecida

en el sol resplandeciente

de nuestro propio perdón.

 

Entonces nacerán

los gestos y las palabras

que como la naturaleza

con su lógica

soportan en la razón de un beso

del amor y nuestro eterno

abrazo nocturno.