vas por la vida de un lado a otro,
con la mirada perdida,
como buscando tu polo,
y no consigues mas que hallar
trozos de tu corazon roto.
y vas por las calles hablando solo
como si fuera alguien a tu lado;
la gente se rie, te trata de loco,
y huyen de ti como si tu fueses un espanto.
tu rostro de tristeza esta empaledecido
y tus ojos cansados de tanto llorar;
en donde estas ahora, oh Cristo,
tu, Amador de las almas sin paz;
pareciera que tu mirada fuese un grito
que nadie oira.
y la gente te sigue mirando,
pero ya nadie se burla de ti;
¿ sera tan grande tu quebranto
que aun los ruiseñores se apiadan de ti
y hasta la brisa de Abril besa tu llanto?
para ti no hay palabras de consuelo
ni regazos amigo que te sirva de refugio;
la noche te cubre con su manto negro
y el silencio es testigo mudo
del dolor anidado en tu pecho.