El ígneo crepúsculo sumiendo
a New Jersey.
En los maderos montados sobre el Hudson River,
opuesta orilla de Manhattan,
tiendo a secar mis redes, mi humedecida lira,
y entre grandes barcos,
mansas aguas y veleros
miro en hilera lanzar sus hilos
a los pescadores.
No discierno el tiempo,
ni el sol
ni el ¿qué hago solo?
pero estoy vagando
desoladamente solo en estos muelles,
entre peces recién muertos
y horizontes-rascacielos.
Solo sé que he matado
(y nadie, una vez más, ha dicho nada)
en otro día de erranza,
-entre tantos-
yo y mi verso, una brisa
y extranjeros;
he muerto un poco más aquí
a mi vida,
entre el olor del mar
soledad
y embarcaderos.
Bolívar Delgado Arce