Ensayo: La Vida y Tú
Camina, sigue hacia adelante, no esperes lo que no nunca ha de acontecer. Enreda tu mundo, pero, tu vida y tú, y no la de otros. Ensaya tu mundo, no emules a nadie que aquí no existe el plagio inconsciente o intencional. Sé tú mismo, interioriza en el corazón, por lo tanto, inmiscuye el ritmo del corazón en hacer latir a prisa a ese corazón: “estás viviendo”, significa. Eso de andar, nadar en el tiempo, ser vago, e inclusive tonto, no te conviene. Además, de ser un capricho consecuente, sé vivo, altanero pero, bien educado, sé listo, pero, no embauques a nadie, sé moderno, pero, no te sientas superior, sé inteligente, pero no creas en todo. Existen diversos caminos por los cuales se avanza y es como un atajo, pero, sino sabes bien y correctamente, vaya por el camino más largo. ¿Qué significa esto?, que la experiencia la vas tomando poco a poco, cuando experimentes los buenos deseos, atrévete a tomar ese atajo con tanta experiencia que sentirás volar entre las nubes. Sin embargo, no desconcestres jamás, que nadie te impida en hacer la vida y tú, es tu vida y no la de nadie más. ¿Que hablan de tí?, pues, no corras a escuchar lo que dicen de tí, porque si corres te puedes caer es igual a levantarse de la comidilla social, que estar sentado esperando a que sea más grande el chisme o que se disipe. No sea “averiguado”, que tu vida sea tuya y no la de nadie más. No seas cómplice de lo que dicen los demás o será el ángel que pueda lidiar y liberar de la atadura de esos problemas a esa persona. No. No seas tú un títere o una marioneta o una muñeca que se deje manipular, pues, serás como tal y quieren ellos que seas tú. Sé fuerte, enfrenta la valentía, y espera a que la vida comience desde cero y no desde otro punto exacto de la bendita vida, ¿o es maldita?. No sé. Yo solamente sé lo que no se sabe. Lo que dicen por ahí, por además, sé firme y bien estructurado en tu forma de sentir, persuadir, de ver, y con una visión abierta al mundo exterior, te falta por vivir aún más, no seas enredo de nadie, ni en la boca de otro “nada”, que no somos nada, somos alguien, alguien que desea y quiere superarse, que desea el tiempo para prepararse y ser alguien, estudia o trabaja, pero llega a ser alguien quien coseche el bien entre los demás. No seas más intrínseco, sé valiente, y audaz, que no somos lo que somos, que quieren que te vayas para no verte, pues, dile, “aquí estoy para ayudarlos, para que salgan de esa mente cerrada y que vean su entorno y su exterior que deja mucho por decir”. La vida y tú, ¿cuál escoges?, las dos cosas no seas idiota, la vida porque es tu vida y tú porque te quieres mucho. O sea, la vida y tú, ¿cuál complementa más?, la esencia de tu vida, o de lo que escuchamos y vemos, o de lo que somos realmente y lo que podemos ser en el mañana. No escuches a esa gente maliciosa, se nota que no quieren nada bueno para tu vida. Sé honesto siempre, sé íntegro siempre, y sentirás que en cada palabra se nota lo claro que existe aquí en la vida y tú. Como un pájaro que no puede volar y sentir sus alas, ¿cómo te has de sentir tú?, sino pudieras echar a volar y ser libre. Como alzar el vuelo si nunca lo has puesto en práctica o te vas a quedar ahí sentado mirando televisión, mientras que toda tu vida pasa. Pues, no, adéntrate al mundo, que no seas marioneta o títere de nadie, que nadie mate lo que llevas por dentro un corazón que supo amar y que lo amaran en realidad. Que tu vida sea tuya y no de nadie en bocas sucias de lenguas sin compasión. Sé el dueño de tu vida, pero no la aprisiones más, no seas cómplice de ella, que no somos lluvia sino sol y luz. Aunque la lluvia cae en el suelo y las hojas de otoño también, levántate de ese suelo, y representa lo que eres un hombre o una mujer inteligente, capaz de vivir su vida y no la de otro cualquiera. La vida y tú, no escuches sino buenos consejos, sino buena crítica, emprende un camino y síguelo de principio a fin. No seas mal agüero de tu propia vida, que no estamos maldecidos sino bendecidos y por Dios. Toma la vida, vive, que viviendo te darás cuenta de muchas cosas, que no andas ni de un lado a otro, pues díle que subes y bajas, que todo tiene descendencias. No seas malo, altanero, indócil, imprudente, deshonesto, sólo defiende lo que puedas creer como ya tú sabes hacer, con un grito ensordecedor para que la gente entienda y no se inmiscuya más en tu vida, en la vida y tú. Sé parte de lo trascendental, de lo transparente y sin igual, de la unión sin clase, sin conjuntamente estar hablando paradójicamente culto, sé tú mismo ten en cuenta que siempre lidiando con la gente podrás comprender. Y que existen dos o tres maneras de identificar tu organismo en diversos lenguajes, podrás saberlos y emprender en tu vida, úsalos. La vida y tú, quedará por siempre grabada en la memoria de Dios, cuando Él todo lo vé como si fuera una vida buena en cantidad y calidad. Sé tú mismo, y no dejes a nadie pisotear tu alma, porque el mundo da muchas vueltas, yo no sé.