Como una montaña rusa va mi cuerpo junto a mis emociones,
a veces en la cúspide,
otras tantas si quiera andando por la mera inercia de mi maquinicidad,
mi peso variando conforme mi sentir...
Y así vivo o sobrevivo el día,
o en una inmensa alegría
o en la desidia y dejadez absoluta.
-Pandra