CARENCIA AL DESPERTAR
Solo existen tinieblas en ojos que no ven
más allá de la cima, quizás por la impericia
filosa o por la falta de un beso o una caricia
sujeta sobre párpados que observan con desdén.
En un sueño profundo se extiende el paraíso
entre sombras y luces y en un rayo precoz
desciende como un ángel tu silueta, y tu voz
resuena en otro tiempo apenas indiviso.
Con la ilusión de verte y con mis ganas somos
tres quienes disfrutamos de un momento irreal
porque un sueño permite un mundo artificial
en un espacio donde son cómplices los gnomos.
Pero despierto y siento perder el oropel,
exhausto, y un estigma rasgándome la piel.