La triste historia del olvido, se lleva los sueños de ambos, los miedos, alegrías, y deja esa nostalgia, esa tristeza agobiante que no deja tener paz al corazón, entre los recuerdos que te atrapan sin poder hacer nada, las lágrimas se caen, pasan por las mejillas hasta que se deshacen en la almohada, los días se vuelven insoportables, las risa junto con la sonrisa se vuelven escasas.
Lo poco que te queda se vuelve nada y esa nada un estorbo, tratamos al olvido como algo malo o que irremediablemente no podés volver, se deja de escribir una historia que empezó como algo hermoso y termino sin el final deseado, escabamos en la memoria para que no se pierda nada y dejar atrás todo, pero siempre queda un pequeño restó escondido que no sea ido, llamamos el amor más profundo de nuestras vidas mientras se está viviendo, y ese así el amor crece cuando se siente y puede alcanzar longitudes inalcanzables, para tanto poco corazón, desborda en cada gota, y se vuelve interminable, después llega el descuido y cansancio de ambos corazones, y empieza la guerra por no perderlo todo, cada uno atrincherado en si mismo, dejan de sentir el amor que no tenía medida, y toca olvidar, elegimos que recuerdo conservera y cuales necesitamos desterrar de una vez, pero si la vida nos diera otra oportunidad a volver donde ese amor nacía, con la conciencia que íbamos a terminar en el olvido, ambos corazones se volverían a juntaran, porque no importa el dolor del olvido, si ambos se aman, no importa crear los recuerdos más hermosos, aunque sepan que será lo más pesado cuando se estén alejando, se volverán a juntar, así que el olvido no es más que las secuelas que deja el amor, interpretado por dos almas rotas que sanaban mutuamente, para luego destruirse en la triste historia del olvido.