Ayer fui caminante
que se cobijó con los ríos,
las veredas pavimentadas,
y las noticias de otros siglos.
Caminaba tomado de la mano
de aquella bella arquitectura,
de la esfinge que reguardó
cierta avenida, allí, yo caminaba.
Hoy sigo caminando
recogido de los hombros,
con el mundo ya sobre mis huellas,
y un peluquín barato.
Ayer caminaba
Hoy sigo caminando
Mañana solo seré la sombra
de un vocablo ya cansado.
Ahora solo soy un hombre,
caminante de dos siglos.