VIVENCIAS AGRESTES.
Se juntó la noche temprana,
a la tarde en su ocaso tardío,
el gallo anuncia la mañana,
alertando al sol aun sin brillo.
También despierta el cenzontle,
de su nido con aroma de bosque,
y se avizora ya pleno el horizonte,
vestido de alba con áureo retoque.
Y espera la cromática floresta,
encender su colorido prisma,
bajo el astro que sobre la cima,
cernirse sobre el bajío manifiesta.
Dejaron de cantar los grillos,
el clocar de la rana silencia
y el trinar de los pajarillos,
deleitan despertar y conciencia.
Suben hasta el cielo los humos,
ofrenda de tempranos aromas;
Sobre cedros, pinos y guarumos,
las ardillas realizan maromas.
Sonata de balar en los corrales
entre mugidos de vacas paridas,
becerros hambrientos totales,
clamando sus tetas henchidas.
Y el corralero con indolencia,
apenas sorbos le da a mamar
y sin ínfimo pesar de conciencia,
su vieja cubeta procede a llenar.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Abril 17 del 2020.