Alejandro Tapia

Queratina.

 

Queratina

 

Me creces en la punta

maraña amarilla...

asquerosa, fibrosa

sombra de queratina.

 

Creces en mi alma, salada carcajada

y mellas en mi pecho el panal de abejas 

que orgulloso porto.

con mis lagrimas se mojan...

mis dientes agrietados 

mis corneas desgastadas.

 

Siento como una sucia uña 

se me clava en la pupila 

¡eres tú sombra maldita!...

manchaste un día mi vida 

y agriaste todos los demás.

 

Me lames y me lames

y me llenas de asco...

A mí mismo, a mi fracaso 

eres el  ruidito

que  empuja y  empuja 

me sacas...y ya no me dejas

que disfrute nada.

 

Y aunque mi garganta se ahogue

con borbotones de alcohol y sangre

no se me olvida tu presencia 

afilada...sucia.

 

Fibrosa malignidad 

producto del miedo y el alquitrán

rasgas y rasgas mis ojos abiertos 

pero nunca llegas a la raíz del ansia 

la  luz del sol nos toca la cara

y nos convierte en piedra.

 

En mi cabeza hay grises

telarañas de gelatina...

el dolor que tengo sigue exudando 

una negra brea que sigue goteando 

por mi frente, mis ojos, mi cuello 

y hasta mis sueños y mi espanto.

 

¿Cómo se repara una sonrisa rota?

¿una promesa incumplida?

¿una vida gastada?

 

Por eso no peleo más contigo 

ente de translucido colageno

porque te rogué guiar mis pasos 

ahora perdido, no puedo reprocharte nada.

 

Me causas acides y ulceras

en el corazón

Por ti descubri lo pequeñito 

que soy y tengo miedo

siempre me resbalo, nunca quepo

por eso no me resisto al tiempo 

y mientras pasa...

prefiero quedarme quieto.

 

Con las uñas poco a poco 

me escarbé la cara

 desde lo poco que me queda aquí adentro

y siempre a esta hora, te digo...

¡maldita culpa!

Resequedad...

amarilla queratina

que entre la piel y el alma

te quedaste atrapada.