Queratina
Me creces en la punta
maraña amarilla...
asquerosa, fibrosa
sombra de queratina.
Creces en mi alma, salada carcajada
y mellas en mi pecho el panal de abejas
que orgulloso porto.
con mis lagrimas se mojan...
mis dientes agrietados
mis corneas desgastadas.
Siento como una sucia uña
se me clava en la pupila
¡eres tú sombra maldita!...
manchaste un día mi vida
y agriaste todos los demás.
Me lames y me lames
y me llenas de asco...
A mí mismo, a mi fracaso
eres el ruidito
que empuja y empuja
me sacas...y ya no me dejas
que disfrute nada.
Y aunque mi garganta se ahogue
con borbotones de alcohol y sangre
no se me olvida tu presencia
afilada...sucia.
Fibrosa malignidad
producto del miedo y el alquitrán
rasgas y rasgas mis ojos abiertos
pero nunca llegas a la raíz del ansia
la luz del sol nos toca la cara
y nos convierte en piedra.
En mi cabeza hay grises
telarañas de gelatina...
el dolor que tengo sigue exudando
una negra brea que sigue goteando
por mi frente, mis ojos, mi cuello
y hasta mis sueños y mi espanto.
¿Cómo se repara una sonrisa rota?
¿una promesa incumplida?
¿una vida gastada?
Por eso no peleo más contigo
ente de translucido colageno
porque te rogué guiar mis pasos
ahora perdido, no puedo reprocharte nada.
Me causas acides y ulceras
en el corazón
Por ti descubri lo pequeñito
que soy y tengo miedo
siempre me resbalo, nunca quepo
por eso no me resisto al tiempo
y mientras pasa...
prefiero quedarme quieto.
Con las uñas poco a poco
me escarbé la cara
desde lo poco que me queda aquí adentro
y siempre a esta hora, te digo...
¡maldita culpa!
Resequedad...
amarilla queratina
que entre la piel y el alma
te quedaste atrapada.