Si no apresas la presa, no es presa. (Alejandro Díaz)
De aquella primera carta
que recibí de tus amores
no recuerdo la fecha exacta
sólo el mensaje y sus borrones;
y el papel arrancado a jirones
donde vaciaste tus letras,
dándome sutiles muestras
de todas tus ilusiones…
Después comprendí las intenciones
de tu arrojo y valentía
donde fallas de ortografía
con trazos por demás ilegibles
hicieron todo lo posible
para que te hiciera mía…
pero yo en mi poesía
andaba por otros senderos,
por eso no fui caballero
en corresponder a tu misiva,
y te fuiste a la deriva
buscando amores de prisa,
cuándo en candela viva
volví tu carta cenizas.