Entre el ruido y el aire contaminado la gente camina apresuradamente.
Entre la ligereza y la viveza anda el mundo en un solo tumbo.
Entre lo inesperado y lo firme se lucha incansablemente.
Entre lo libre e independientemente se crea lo espontáneo.
Entre lo informado y encaminado se encuentra el hombre en todos los lados.
El frío de la noche es la sobra de lo indiferente.
Mucho concreto, mucho eco, mucha rapidez
De pronto en un lugar muy escondido visualizamos una eminencia: Cerro El Avila.
Mary Ochoa