Qué sólo sea sospecha
que todo está terminando,
los años nos van llevando
y la muerte nos acecha!
¡Oh vida maravillosa
que con extraño misterio
nos guardas en cautiverio,
hasta que al fin nos destrozas!
Tanto presagio engañoso
a lo largo del camino,
vaticinando buen sino
de futuro esplendoroso.
Todo fue una falsa trama
por causa de algún oficio
que diera buen beneficio
o simple afán de echar fama.
Por ello grito mi enojo
con visión de pesimista,
y trocado en realista;
sólo miro de reojo.
Jorge Horacio Richino
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