El camino es un proveedor de alas;
artesano del fango, y arquitecto de grietas.
Y yo soy tránsito; peregrino de ascensos y descensos, epopeya de hormiga,
pasos que rompen a las jaulas de la estática.
Marcho en la niebla y a veces en la lluvia pero camino afanoso a romper los umbrales
se que la vida aguarda alguna cuspide, se que aguarda algún milagro.