Mi destino es camino que por tu calle pasa,
con el hierro candente de los celos
me vas quemando el alma.
Mi destino es camino que sin derecho
a nada, al pensar en tu imagen sufre
mi calvario de rabia.
En mis noches tristes
la imagen de tu cuerpo mi locura saca
y lucho contra mi y contra todo,
y no consigo nada.
Solo tu sonrisa mi destino cambia.
Ya no me pregunto, ni cuando,
ni cómo, ni por qué te quiero...
ya no me pregunto por qué
tus ojos en mis ojos brillan
al morir el alba... que extraño,
me da igual el frío, el calor,
la noche, la tarde o la mañana...
Me da igual que junto a mi te vean,
porque ahora has quitado
mi calvario de rabia...y ahora mi destino
sonríe, porque piensa que sin celos
vuelve a ser camino que por tu calle pasa.
J.C.