Ahora mis pasos no tocan el suelo, me transporto entre lagunas mentales. Ya no respeto el tiempo ni la materia. ¿Cuánta distancia he recorrido en los últimos 2 minutos? Me he caído, y he caído en un vacío en el que me es imposible poder verte. Estoy encadenado a esta atmósfera de policromo, tan solitario en algún punto lejano del firmamento, sin embargo, puedo sentir que este no es ni cerca mi fin. Si este lo fuera, dime ¿Por qué no dejo de sentirte y porque se me permite aun recordarte?
Esto no es natural ¿Por qué me siento tan prisionero de esta tranquilidad ambigua? Prolongando aun más mi inconsciencia y mi incertidumbre. Estoy atrapado en este laberinto de reflejos, como un espejo frente a otro. ¡Más y más laberintos! Laberintos de sueños interminables. ¿Cuánta distancia he recorrido en los últimos 2 minutos?
¿Qué debo esperar? ¿A quién y por qué? Que la resignación sea la última de mis opciones esta mas que claro, por que aun conservo estas cadenas, me lo dicen ellas mismas, que son el vestigio de la realidad a la que pertenezco y que he de regresar mas bizarro. Vestigios de una realidad en la que consuelas seguramente mis manos con las tuyas, en la que me dediques miradas melancólicas y te provoquen mas de una risa todos nuestros recuerdos. En la que probablemente llores y seguramente duermes a mi lado.