“Contra economía y las ciencias.”
López necesita, urgente,
de un asesor que lo oriente
en las financieras ciencias,
sigue con sus “locurrencias”.
Sin ponerse a trabajar,
pues, comienza a “teorizar”,
le da por “reflexionar”
en Palacio Nacional.
Por sus corredores vaga
y su mente, así, divaga,
dice que tiene “experiencia”,
va cayendo en la demencia.
Saca de la manga, inventa,
diría, más bien, que reinventa
su política económica,
no se rían no es cosa cómica.
El ocio lo tiene loco,
ya desvaría poco a poco,
quiere “reformar” el mundo
con su “ensayo” tan profundo.
Requiere un profesionista
que, de prisa, ya lo asista,
la cuestión se pone que arde
al país le da en la madre.
Sigue reacio en su “pensar”,
quiere medir bienestar
del pueblo “sabio”, ¡Dios mío!,
hasta siento escalofrío.
También la felicidad,
insiste con necedad,
está terco en su objetivo
calcular . . . lo subjetivo.
¿Cómo es el bienestómetro?,
¿cómo es el felizómetro?,
ya quisiera conocerlos,
que nos deje, al menos, verlos.
Hay que decirle: “¡ya basta!,
¿un par de zapatos basta
pa’ estar bien, pa’ ser feliz,
feliz, como una lombriz?
Pero, ¿en qué cabeza cabe?,
a veces, ni uno mismo sabe
si se es feliz o infeliz,
peje-irracional-desliz.
Ayer, en su “conferencia”,
quiero dar más referencia,
le miré bien el perfil
de su ineptitud senil.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 17 de mayo del 2020
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