Pastor Perozo

El mejor regalo

No hay obsequio más divino que aquél que nos vino desde lo más alto. Un fruto de nuestro amor y cariño está creciendo dentro de tí. Es tú sol, es mi sol, es nuestro sol. sin saber que podría ocurrir, la saliva de las estrellas cayó y humedeció a la tierra y la hizo fértil. No hay mejor regalo que me puedas dar y que yo te pueda dar, salvo a lo que juntos hicimos. Una lagrima invisible de alegría corrió por mi mejilla ese martes once de febrero del dos mil veinte, cuando en un simple papel estaba la huella de mi esperanza, de mi fe, y de mis emociones todas. Que Dios te bendiga por siempre. P.P