MARISMA.
Eres cual marisma,
húmeda y candente,
cautivante y gratísima.
Anegada intermitente.
A veces impetuosa,
otras calma y mansa,
pero siempre hermosa
cual tierna romanza.
Eres codiciada marisma,
yo el mar que te anega;
Tú Mujer eres la misma,
a quién mi alma se entrega.
Única piel y único deseo,
que anhelo persistente,
desnudez que ávido veo,
beldad eterna en mi mente.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Abril 17 del 2020.