Noryley

VISIÓN MELANCÓLICA

A veces vivo sin saber de ti nada,

extrañando tu cama, tu cuarto, tu casa;

reviviendo noches de arcilla y tierra

modeladas por tus manos cual obra maestra.

 

Tu habitación era el castillo de mi historia encantada,

siempre nueva, siempre fresca,siempre clara como el agua.

Aun allí quedan las huellas de mis manos, dibujadas,

pues en todo lo que tocaba dejaba un trozo de mi alma.

 

El espacio de tu cocina y el suelo de tu sala

aún conservan mis andares y mi risa cotidiana.

No te asustes si me sientes divagando por tu casa,

ni te hieles cuando aparezca, en tu puerta, dibujada.

 

Pues de tantas ganas tuyas y de tanto que me extrañas,

Me estarás siempre encontrando en tu alma acongojada.