Ciudad...
de plata repujada,
licuada...
en toda su belleza,
la más hermosa...
de todas las vestales,
bañada por el Betis
que te abraza,
no eres...
de mi dulce
tierra andaluza,
muchacha...
de albura indeseada,
tú eres...
en tardes
sin consuelo,
eterna
en los labios
que te aman.