Y con un mayo de celo,
deja su huella tiñiendo a la rosa y a el hielo,
con sonrisa fuiste la tierra y el cielo,
arrastrando la ropa mordida por el tiempo.
Para matar con arcos de vapores y un ariete de hielo,
caricia de mi velero
no llueve ya y el vasto cielo,
y el pájaro con su gorjeo riega ese mar desierto.
Ganó la marcha de los clavos llevados hacia el cielo,
cumplía años hacia el cielo,
somos suspiros que van desnudos al firmamento
despuntando al rozar el suelo.
Hasta que no puedas alzar el brazo sobre tu pecho
desde mi boca llegará el aliento
y hoy precipitas su vuelo,
ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo.
ARGON