Otoño

Suicidas

Tus manos en mi piel

como tu lápiz al papel.

Así éramos los dos

sin ningún adiós.

 

Sentirte cerca de mí 

 valía más que mi propio existir.

Con cada mirada tuya

mi alma se llenaba de gozo.

 

Con esos ojos de luz

la vida eras tú.

Tu cabeza en mi pecho

como el sentimiento a un verso.

 

Nosotros éramos un corazón 

en carne viva.

Dispuestos a escaparnos 

jugándonos la vida.

 

Tú por deseo

y yo por amor.

No niegues

que te hacía ilusión.

 

Tus besos en mi boca

como si yo fuera la única.

Fuimos jóvenes suicidas 

que lamentaron el final.

 

Sin poder vernos más

y guardar fidelidad.

Tú con fantasías mías

yo con el milagro de todos los días.

14042014