Abrazada a su amada,
Como a una estrella de la gran ciudad,
entre susurros se entrelaza un te amo al oído.
Nada se compara a ellas
Desnudas,
sus ojos no dejan de adorarce
Están ahí, carne y hueso,
Tibias, hechas ternura
ahora que están juntas
ellas vuelven a ser una
naufragan en sí, se hacen océanos-
en un respiro rosa la perla
de la ostra con la lengua que
sucumben en el alba de un te amo al oído.
Eva Estella Parejas Manzanal-
Silvia del valle suraez