Miguel Ángel Cisneros

Ni él ni ella

Porque no son ni él ni ella.

 

En pie ante vendavales y tormentas,

los árboles pierden las hojas

pero no la vida.

 

No siguen los pasos de nadie.

No sucumben, mueren

pero jamás desaparecen.

 

Porque no son ni él ni ella,

porque son hermafroditas.

 

No sufren de amores,

ni por hombres ni por mujeres.

Porque son ambos, siguen de pie.