Verde mirada en el inmenso espacio perdida
como brillante gema que acrisola el tiempo,
tu filo esmeralda hiende las ondas etéreas
como el más sibilante de los fríos aceros.
Tus pupilas son dos gotas de ámbar en el agua,
son dos carbones incandescentes de ígneo fuego,
son dos inflamadas flechas que encienden
la dulce llama de amor que abrasa mi pecho.
Tus pupilas son rojos dardos que hieren el aire
en la eterna noche del universo,
son dos templadas espadas de acero colado
que cercenan los gritos del gárrulo silencio.
Verde mirada perdida en el inmenso espacio
como irisado destello del vasto universo,
tu luz rutila en la noche estrellada
para guiar mis pasos por la senda de los sueños.
En las alas del viento