Las hojas secas caen lentamente
igual que en mi memoria las historias
de instantes de diversas trayectorias
que fueron de vivencias, la simiente.
El tiempo pasa raudo es un torrente,
con fuerza minimiza las euforias
dejando aisladas fatuas vanaglorias,
y solo quedan briznas en la mente.
La paz del corazón solo se alcanza
logrando dominar el engreimiento
que afecta el equilibrio en la balanza.
Debemos controlar el sufrimiento,
virtud que desarrolla la templanza
que causa el verdadero entendimiento.