Cuando tu hijo
te dice que te ama,
te pide que lo ayudes
o te saluda a la mañana.
Cuando tu hijo
te dice gracias,
te toma de la mano
o fuerte te abraza.
Cuando tu hijo
en una hoja te dibuja,
te dice que te quiere
o atento te escucha.
Cuando tu hijo
te besa en la mejilla,
solamente te mira
o es por ti su sonrisa.
Cuando tu hijo
te pide que lo tapes,
camina a tu lado
o una pregunta te hace.
Cuando tu hijo
te hace vivir estos momentos,
descubrís que tu felicidad sucede
y está en lo que tenemos.
C L