Rebelde,
constante,
imponente,
revolotea todo a su alrededor.
Te acaricia
con sus delicadas manos,
a veces te abraza y otras te suelta,
pero siempre está presente.
A veces te susurra,
calmadamente, a veces te habla
y te muestra su intensidad.
A veces se esfuma y
se lleva todo a su alrededor,
a veces trae recuerdos consigo,
te permite sentirlos, olerlos, envolverte en ellos,
para recordarte cuán vivo estás.
Si de algo estamos seguros es que el viento,
jamás nos dejará atrás.