Tuve un sueño tan triste
que una lágrima tibia
se desprendió de mi alma
temblorosa y transida.
Yo soñé que era amado,
Oh dislate de un loco!
por un ser tan divino
y tan dulce y tan tierno,
que me arropó en su gracia
y perfumó mi vida
y me llevó a las nubes
en alas del ensueño.
Y desperté lloroso
porque sólo era un sueño
tan hermoso y tan tierno
que volver a la vida
de repente yo quiero.
R. Gruger / 1973